A través de su holding familiar Pontegadea, Amancio Ortega ha vendido una propiedad comercial en la emblemática calle Gaorusu-gil de Seúl. Este movimiento refleja los cambios en el panorama del comercio minorista surcoreano debido al auge del comercio electrónico post-pandémico. Adquirida en 2016 por un valor significativo, la venta se realizó con una pérdida considerable, marcando el declive de esta zona que alguna vez fue símbolo de lujo y modernidad.
El distrito de Gangnam, famoso globalmente gracias a la canción "Gangnam Style" de PSY, ha visto transformarse su esencia comercial. En años anteriores, este lugar era sinónimo de tiendas exclusivas, galerías de arte y vida nocturna animada. Sin embargo, el impacto del comercio online ha reconfigurado las dinámicas del retail local. Como resultado, marcas internacionales como H&M han cerrado sus puertas, lo que llevó a Pontegadea a reconsiderar su inversión inicial.
La decisión de vender el inmueble de 1.240 metros cuadrados responde a la estrategia de Ortega de concentrarse en inversiones más sólidas y consolidadas. Ubicado en una de las arterias principales de Gangnam, este edificio fue adquirido cuando la zona aún gozaba de gran afluencia turística y comercial. No obstante, desde entonces, el comercio digital ha experimentado un crecimiento explosivo en Corea del Sur, aumentando un 252% entre 2016 y 2023 según datos de Statista.
Este fenómeno no solo afectó a Gaorusu-gil, sino también a otras zonas comerciales de Seúl. Según Cushman & Wakefield, la tasa de vacantes en esta calle alcanzó un preocupante 39,4%, siendo la más alta entre las áreas comerciales de la capital. A pesar de esto, sigue siendo uno de los barrios con mayor ingreso promedio mensual por metro cuadrado, aunque ahora enfrenta desafíos significativos.
No es común que Ortega venda propiedades, dado su historial de expansión inmobiliaria. Su fortuna estimada en más de 107.000 millones de euros, según Forbes, le permite mantener un portafolio diversificado que incluye recientes adquisiciones en Luxemburgo y Reino Unido. En contraste, la venta del activo en Seúl evidencia un ajuste estratégico ante un mercado cambiante.
Más allá de Gangnam, Ortega también invirtió en Myeong-dong con la compra del M Plaza, un hotel de 22 pisos con locales comerciales. Este caso ilustra cómo el empresario español evalúa cuidadosamente cada inversión para maximizar retornos en mercados internacionales clave.
Con este movimiento, queda claro que el cambio en hábitos de consumo está redibujando el mapa del comercio tradicional en Corea del Sur y más allá. La adaptación a nuevas realidades económicas será crucial tanto para inversores globales como para empresas locales que buscan sobrevivir en un entorno digitalizado.