El Gobierno estadounidense lanzó una advertencia contundente este miércoles, señalando que cualquier intento de Europa por estrechar vínculos comerciales con China podría tener consecuencias devastadoras. A través de su Secretario del Tesoro, Scott Bessent, Estados Unidos criticó la postura del presidente español Pedro Sánchez, quien ha abogado por fortalecer las relaciones entre la Unión Europea y el gigante asiático. Según Bessent, esa estrategia equivaldría a "cortarse uno mismo el cuello". Este comentario subraya preocupaciones sobre cómo China podría inundar otros mercados con prácticas desleales si se le cierran las puertas en Occidente.
En un foro financiero, Bessent comparó la producción china con una escena icónica de la película 'Fantasía' de Disney, donde los cubos de agua no dejan de multiplicarse. Esta metáfora refleja la percepción estadounidense de que China tiene un modelo comercial insaciable y continuará produciendo sin pausa, incluso recurriendo al dumping para dominar mercados globales. La crítica también incluye dudas sobre la efectividad de la estrategia adoptada por Washington en la guerra comercial actual, que parece haber alienado a aliados históricos como Canadá y México.
Por otro lado, España mantiene su perspectiva optimista respecto a China, considerándola un socio clave para diversificar sus relaciones comerciales. Durante una gira asiática, el presidente Sánchez reiteró su intención de ampliar vínculos económicos con Pekín, destacando que esta decisión no perjudica a terceros sino que busca equilibrar las alianzas internacionales de la UE. Desde Madrid, se enfatiza que cualquier respuesta a las políticas de Trump debe provenir de la Unión Europea como bloque unificado, evitando confrontaciones directas entre países individuales.
Las tensiones actuales entre EE.UU., Europa y China revelan una compleja red de intereses económicos y políticos. En este contexto, el secretario del Tesoro estadounidense sugirió que quizás sea posible alcanzar acuerdos con aliados militares tradicionales, aunque reconoce que las tácticas empleadas hasta ahora han sido controvertidas. Sin embargo, muchos observadores cuestionan por qué EE.UU. optó por una vía agresiva hacia socios históricos antes de buscar soluciones conjuntas para abordar las prácticas comerciales problemáticas de China.
Desde el Ejecutivo español, se insiste en que la estrategia de aproximación a China no representa un enfrentamiento con nadie, sino una necesidad de adaptarse a un mundo multipolar. El ministro Luis Planas resaltó que España defiende firmemente los intereses de sus empresas y ciudadanos dentro del marco de la UE, mientras critica la imposición unilateral de aranceles por parte de EE.UU. Esto crea una tormenta económica seria que requiere respuestas coordinadas y no fragmentadas.
En definitiva, la posición española subraya la importancia de mantener canales abiertos tanto con EE.UU. como con China, promoviendo alianzas equilibradas que beneficien a todos los actores involucrados. Mientras tanto, la advertencia de Bessent pone de relieve las diferencias crecientes entre Washington y sus aliados europeos, especialmente cuando estos últimos buscan alternativas viables frente a la incertidumbre generada por la política comercial de Trump.