La destacada jugadora española de baloncesto, Anna Cruz, ha confirmado que concluirá su carrera profesional al término de esta temporada en la Liga Femenina Endesa. A lo largo de más de dos décadas como profesional, Cruz ha dejado huella en múltiples ligas y selecciones nacionales, acumulando títulos significativos y convirtiéndose en un referente para muchas generaciones.
Conocida por su desempeño tanto en Europa como en la WNBA, Anna Cruz deja el deporte tras 23 años llenos de logros y experiencias inolvidables. Su conexión con el baloncesto trasciende lo meramente deportivo, ya que ha sabido involucrar a su familia y comunidad en cada uno de sus pasos.
Una Decisión Reflexionada
Anna Cruz reveló que su decisión de retirarse no fue espontánea, sino fruto de conversaciones profundas consigo misma y con personas cercanas. Este anuncio, inicialmente planificado para el verano anterior, tomó un nuevo rumbo cuando recibió una propuesta irresistible de regresar a su ciudad natal.
La jugadora explicó cómo la oportunidad de unirse nuevamente a Joventut Badalona, donde creció, representó un desafío emocionalmente gratificante que no pudo rechazar. Este regreso le permitió cerrar su carrera en el lugar donde todo comenzó, marcando así un ciclo completo en su trayectoria profesional. La elección del momento parece perfecta para Anna, quien reconoce que aunque extrañará el balón, siente que es el instante adecuado.
Desde niña, Anna soñaba con brillar en las canchas más importantes del mundo. Su talento natural y dedicación la llevaron a alcanzar metas extraordinarias, como ganar ocho medallas con la selección nacional y formar parte de equipos icónicos en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, incluso las carreras más gloriosas llegan a su fin. En este caso, Anna encontró en Joventut Badalona el entorno ideal para despedirse dignamente del baloncesto profesional. Su vinculación emocional con la Penya añade un toque especial a esta última etapa, transformándola en una conclusión llena de significado personal y colectivo.
Un Legado Inolvidable
Más allá de los títulos y estadísticas, el impacto de Anna Cruz en el baloncesto femenino español es incalculable. Su contribución en 158 partidos internacionales con la selección nacional y su participación en competiciones de alto nivel han dejado una marca imborrable en el deporte.
Anna Cruz será recordada no solo por su habilidad técnica, sino también por su capacidad de inspirar a otros. Desde sus inicios en UB Barça hasta sus exitosas temporadas en ligas extranjeras, la jugadora catalana ha demostrado ser un ejemplo de perseverancia y compromiso. Además de sus logros deportivos, Cruz ha mostrado gratitud hacia todos aquellos que la apoyaron durante su trayectoria, especialmente su familia, quienes compartieron cada triunfo y desafío. Su mensaje de despedida refleja la importancia que concede a la conexión humana en su carrera.
En su camino profesional, Anna ha pasado por equipos emblemáticos como Rivas Ecópolis, Nadezhda Oremburgo, Dynamo Kursk y Fenerbahçe, entre otros. Cada experiencia le brindó nuevas perspectivas y fortaleció su posición como una de las mejores jugadoras de su generación. Su paso por la WNBA, donde obtuvo el campeonato con Minnesota Lynx, consolidó aún más su reputación internacional. Ahora, al decir adiós, Anna deja un vacío en el baloncesto, pero también una herencia que seguirá motivando a futuras atletas.
