Una Eurocopa de padres a hijos

Jun 17, 2024 at 8:19 AM
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Legado Familiar: Cuando el Fútbol se Hereda de Generación en Generación

Palabras Clave:Legado FamiliarFútbol HeredadoDinastías FutbolísticasLa Eurocopa 2024 se perfila como un torneo lleno de historias familiares, donde el legado del fútbol se transmite de padres a hijos. Seis jugadores con apellidos icónicos en el fútbol europeo se preparan para representar a sus respectivas selecciones, buscando emular o incluso superar las hazañas de sus progenitores. Desde Dinamarca hasta Portugal, pasando por Italia, Países Bajos y Francia, estas familias han dejado una huella indeleble en el deporte rey, y ahora es el turno de la siguiente generación de continuar con esa tradición.

Escribiendo Nuevas Páginas en la Historia del Fútbol Europeo

Dinamarca: De Peter a Kasper Schmeichel

Uno de los casos más destacados es el de los Schmeichel, una familia que ha dejado una impronta indeleble en la selección danesa. Peter Schmeichel, legendario portero del Manchester United, fue el héroe de la Eurocopa de 1992, cuando Dinamarca se alzó con el título de manera sorpresiva. Ahora, su hijo Kasper, también guardameta histórico de los daneses, se prepara para disputar su tercera Eurocopa consecutiva, buscando emular las hazañas de su padre.Kasper Schmeichel, con 38 años, llega a la Eurocopa 2024 tras una carrera sólida y exitosa con la selección danesa. Aunque es poco probable que pueda igualar la gesta de su progenitor, el hecho de que disputará su tercera Eurocopa (2012, 2020 y 2024) lo convierte en uno de los jugadores más experimentados del torneo, quedándose a solo una participación de las cuatro que completó su padre (1988, 1992, 1996 y 2000).

Italia: De Enrico a Federico Chiesa

Italia es un país conocido por producir grandes sagas familiares en el fútbol, y los Chiesa son un claro ejemplo de ello. Enrico Chiesa, uno de los delanteros más destacados de los años noventa, vistió la camiseta de la selección italiana en la Eurocopa de 1996, donde anotó un gol frente a la República Checa.Ahora, su hijo Federico Chiesa ha superado los logros de su padre. El joven atacante es una de las figuras clave de la Juventus y la selección italiana, con la que se coronó campeón de Europa en la pasada Eurocopa. Su actuación, en la que anotó dos goles, puso fin a una sequía de 53 años sin que los transalpinos levantaran el trofeo continental.

Países Bajos: De Danny a Daley Blind

A diferencia de Italia, Países Bajos sigue a la espera de levantar el máximo trofeo continental de selecciones. Su último y único título lo conquistaron en 1988, cuando lideraban la selección tulipán Marco Van Basten y Ruud Gullit. Uno de los defensas más destacados de aquella época era Danny Blind, quien, aunque no pudo participar en aquel campeonato por decisión técnica, sí acudió a las Eurocopas de 1992 y 1996.Ahora, su hijo Daley Blind se presenta con la selección holandesa dirigida por Ronald Koeman, con la esperanza de conseguir lo que su padre no pudo lograr: llevar a los Países Bajos a la gloria europea.

Francia: De Lilian a Marcus Thuram

Francia también lleva tiempo sin conquistar el título continental, aunque no tanto como Países Bajos. Su última victoria fue en la Eurocopa del 2000, en la que uno de los baluartes de la zaga era Lilian Thuram. Ahora, su hijo Marcus, delantero del Inter de Milán, se prepara para disputar su segunda Eurocopa consecutiva, tras haber estado presente en la edición de 2021.Tras la dolorosa derrota de Francia en la final de la Copa del Mundo de Catar frente a Argentina, Thuram y sus compañeros buscarán redimirse en esta Eurocopa y convertirse en la primera familia de padre e hijo en ganar el título continental.

Rumanía: De Gica a Ianis Hagi

En la década de los 90, uno de los mejores jugadores de la época era Gheorghe 'Gica' Hagi, quien lideró a la selección rumana en su época más dorada. El llamado 'Maradona de los Cárpatos' disputó tres Eurocopas (1984, 1996 y 2000) con los tricolores.Ahora, su hijo Ianis Hagi, extremo del Alavés, afronta la Eurocopa 2024 con la intención de demostrar que un gran apellido no tiene por qué ser una losa, sino una oportunidad para brillar y dejar su propia huella en el fútbol europeo.

Portugal: De Sergio a Francisco Conceiçao

La última de las familias que forman parte de este selecto club es la de los Conceiçao. Sergio Conceiçao, uno de los jugadores de banda más cotizados a finales de los noventa, fue una pieza clave en la Eurocopa del 2000, donde Portugal alcanzó las semifinales.Ahora, su hijo Francisco Conceiçao, tras un inicio de carrera impactante en el Oporto y un paso por el Ajax, se prepara para representar a la selección portuguesa en la Eurocopa 2024. Con su padre, Sergio, recientemente dejando el banquillo del Oporto, Francisco tendrá la oportunidad de continuar con la tradición familiar y buscar un nuevo título continental para Portugal.