Suiza Sorprende a Inglaterra en una Épica Batalla de Penales
Inglaterra y Suiza se enfrentaron en un partido que se extendió más allá de los 90 minutos reglamentarios, manteniendo la tradición iniciada el día anterior de ampliar los encuentros hasta los 120 minutos. Sin embargo, esta prolongación no se debió a que ambos equipos lo estuvieran pasando bien o a petición de los espectadores, sino más bien a la necesidad de definir un ganador.Una Lucha Épica que se Decidió en los Penales
Un Partido Intenso y Emocionante
El partido entre Inglaterra y Suiza fue un encuentro intenso y emocionante, que se mantuvo en tablas durante gran parte del mismo. Ambos equipos lucharon con uñas y dientes por conseguir la victoria, pero ninguno lograba imponerse claramente. Fue hasta el minuto 75, cuando Breel Embolo abrió el marcador para Suiza, que el partido cobró mayor emoción.La reacción de Inglaterra no se hizo esperar, y apenas cinco minutos después, Bukayo Saka logró empatar el partido, llevando el encuentro a la prórroga. Durante los 30 minutos adicionales, ambos equipos dieron todo de sí, pero no lograron desequilibrar el marcador, por lo que la definición del partido se tuvo que resolver desde los once metros.La Definición por Penales
La tanda de penales fue un momento de máxima tensión, donde ambos equipos demostraron su fortaleza mental y su capacidad de concentración. Inglaterra logró imponerse por 5-3, gracias a la actuación del portero Pickford, quien detuvo el lanzamiento de Manuel Akanji, el primer ejecutor suizo.Cabe destacar que Suiza no se rindió fácilmente, y tuvo una oportunidad de empatar el partido cuando Shaqiri lanzó un tiro olímpico que se estrelló en el larguero. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado, y tuvieron que conformarse con la eliminación por penales, al igual que en los cuartos de final de la Eurocopa 2020.Un Partido Marcado por la Igualdad
A lo largo del partido, la igualdad fue la nota dominante. Ni Inglaterra ni Suiza lograron imponer su juego de manera clara, y ambos equipos tuvieron que esforzarse al máximo para conseguir el triunfo. La entrada de Konsa por el sancionado Guéhi fue la única variación en el once titular de Inglaterra, y no se vio una mejoría significativa en el juego del equipo.Fue hasta la entrada de Embolo y el posterior empate de Saka que el partido cobró mayor emoción. Incluso en la prórroga, ninguno de los dos equipos logró desequilibrar el marcador, lo que llevó a la definición por penales, donde Inglaterra finalmente se impuso.Una Suiza Proactiva y Ordenada
Uno de los aspectos más destacados del partido fue la actuación de Suiza, que demostró un juego proactivo y ordenado. A diferencia de Inglaterra, que parecía carecer de ideas y de un plan de juego claro, Suiza se mostró más organizada en la construcción desde atrás, desarmando la presión adelantada de los ingleses.Esta propuesta de juego de Suiza, que ha ido copiando de los grandes equipos que buscan el dominio del balón, contrasta con el conservadurismo que ha imperado en el juego de Inglaterra. Los helvéticos demostraron que, a pesar de sus limitaciones, son capaces de plantarle cara a los grandes equipos y de competir de tú a tú.La Apuesta Arriesgada de Yakin
Uno de los aspectos más llamativos del partido fue la decisión del entrenador de Suiza, Murat Yakin, de colocar al delantero Dan Ndoye como lateral derecho. Esta medida, más que una necesidad táctica, parecía una apuesta voluntaria para intentar contener a Trippier, que jugaba como extremo izquierdo.La decisión de Yakin, si bien pudo parecer arriesgada, demostró la confianza que tenía en su equipo y en su capacidad de adaptarse a las circunstancias. Ndoye, que tuvo pocas oportunidades de proyectarse en ataque, cumplió con su labor defensiva y, curiosamente, fue después de su sustitución que Embolo marcó el gol que abrió el partido.En definitiva, el partido entre Inglaterra y Suiza fue un encuentro marcado por la igualdad y la emoción, donde Suiza demostró su capacidad de competir al más alto nivel y de plantar cara a los grandes equipos. La definición por penales, donde Inglaterra se impuso, fue el broche de oro a un partido que mantuvo en vilo a los aficionados hasta el final.