Zaruma: De la Grandeza al Declive, Una Lucha por Preservar su Legado

Es con profundo pesar que debemos enfrentar la triste realidad: la hermosa ciudad de Zaruma, orgullo de la provincia de El Oro y joya del Ecuador, se encuentra en un proceso de deterioro que amenaza con borrar su encanto y su legado. Como testigos de este declive, tenemos la responsabilidad de actuar y evitar que esta ciudad, tan rica en historia y cultura, se pierda en el olvido.

Preservando la Esencia de Zaruma: Un Llamado a la Acción

Zaruma: De la Riqueza al Abandono

Zaruma, una vez un emporio de riqueza y esplendor, ha sufrido el abandono y la desidia a lo largo de los años. A pesar de los esfuerzos de sus habitantes por crear fuentes de trabajo y sobrevivir, el deterioro de la ciudad se hace cada vez más evidente. Las casas coloniales, testigos de su pasado glorioso, se desploman debido a la minería legal e ilegal que ha devorado su subsuelo. La falta de organismos que se preocupen por su patrimonio cultural y la atención a sus servicios básicos ha agravado la situación.

La Intervención Presidencial: Un Rayo de Esperanza

Gracias a la intervención personal del entonces presidente de la República, Guillermo Lasso, se logró evitar una tragedia mayor. Al darse cuenta de la magnitud del daño causado, el presidente ordenó la evacuación inmediata de la zona de peligro y la implementación de trabajos de remediación. Esta acción oportuna detuvo el avance del deterioro y brindó un respiro a la ciudad.

El Legado de Zaruma: Más Allá del Oro

Zaruma no es solo una ciudad de riqueza mineral, sino también un tesoro cultural y patrimonial. Fue hogar de poetas, cantores, intelectuales, artistas y escritores que le rindieron homenaje a su belleza. Su gente, versada en conocimientos y de conversación refinada, le dieron a Zaruma un carácter único. Desde sus calles coloniales hasta la elegancia de sus mujeres, Zaruma era un reflejo de la grandeza ecuatoriana.

Un Llamado a la Unidad y el Compromiso

Aquellos que amamos a esta tierra natal debemos unirnos para evitar que su historia y su grandeza se pierdan en el olvido. Coterráneos como Boanerges Pereira deben sumarse a esta causa, dejando huellas de su amor y cariño por los días en que Zaruma brillaba bajo el sol y la luna. Porque lo más valioso de Zaruma no es el oro de su subsuelo, sino su gente, su cultura y su legado.