‘Es desgarrador ver a una madre insistir en hacerle la comida a su hijo cuando éste ya no la necesita’
Jun 12, 2024 at 10:42 AM
Cómo Construir Vínculos Familiares Más Flexibles y Duraderos
Palabras Clave:Relaciones FamiliaresVínculos FlexiblesMaternidad y PaternidadMargarita García Robayo, una destacada escritora colombiana de 44 años, reflexiona sobre la complejidad de los vínculos familiares y la importancia de construir relaciones más flexibles y genuinas. A través de su última novela "La Encomienda" y su libro de ensayos "El Afuera", la autora explora temas como la maternidad, el rol de los padres y la necesidad de encontrar un equilibrio entre las demandas familiares y la vida propia.Descubriendo Nuevas Formas de Conectar con Nuestros Seres Queridos
Desafiando los Mandatos Familiares
La familia es un mandato que nos precede y que nos trasciende. Cuando la relación de un hijo con sus padres se convierte en algo aparentemente incuestionable, el vínculo deja de ser constructivo. La imposibilidad de cuestionar la relación con nuestros padres nos impide cualquier tipo de evolución en el vínculo, lo que se convierte en pura pérdida.García Robayo señala que el solo hecho de que alguien sea tu padre, madre, hijo, hija o hermano no es razón suficiente para olvidarse de que los vínculos familiares no están dados y que deben trabajarse tanto como cualquier otro. Es importante tener la capacidad de cuestionar y evolucionar en estas relaciones, en lugar de aferrarse a mandatos y expectativas preconcebidas.Más Allá de la Imagen Idealizada de la "Madre del Caribe"
Más que en América Latina en general, la autora identifica un modelo particular de "madre del Caribe" en los esquemas familiares convencionales. Esta figura se caracteriza por una aparente sumisión ante la figura paterna, pero que en realidad esconde una gran capacidad manipuladora.Estas madres a menudo usan su supuesta sumisión para controlar lo que sucede en la familia y convertirse en las dueñas de la historia oficial del hogar. Ellas son quienes finalmente dictan los mandatos, muchas veces escudándose en la autoridad del padre ausente. En estos modelos familiares, la imagen del "padre del Caribe" es una especie de figura divina, omnipresente aunque físicamente ausente.Cuando el Cuidado ya no es Necesario
Una de las situaciones más complejas que enfrentan las madres es cuando sus hijos ya no necesitan de sus cuidados. En ese momento, la relación se vuelve frágil y la madre puede sentirse como una molestia, sin saber bien cómo ubicarse en la vida de sus hijos.García Robayo señala que es triste ver a una madre intentando cuidar a un hijo cuando éste ya no la necesita. Es desgarrador ver a una madre queriendo hacerle al hijo la comida que le gusta y éste solo buscando sacársela de encima porque lo que quiere es poder hacer su vida.En estas conformaciones familiares basadas en el lugar de la madre arrinconada al sector de los cuidados, cuando el cuidado deja de ser necesario o vital, las madres se convierten en una molestia y el hijo no sabe bien en qué lugar ubicarlas.La Distancia como Recurso para Salvar los Vínculos
Muchas relaciones familiares se han salvado gracias a la distancia, ya sea afectiva o geográfica. La distancia aporta perspectiva, ya que cuando uno está muy cerca de las cosas, las ve distorsionadas. Por el contrario, cuando se toma distancia, todo empieza a ganar claridad y eso beneficia a las relaciones.La mente se nubla cuando no hay distancia, y ahí es donde todo empieza a viciarse. La distancia hace milagros, ya que permite tomar conciencia de que un vínculo no es sano y trabajar en su reparación. Incluso la fantasía de cortar la relación con los padres puede ser un recurso para ganar perspectiva y luego intentar reconciliarse.Transformando la Irritación en Ternura
Ser madre o padre te reconfigura la mirada y te rompe varias ideas preconcebidas. Más que empatía, es aprender a transformar esa irritación inicial en ternura. Uno suele ser muy duro con los propios padres, pero cuando se es madre o padre, se comprende que al final de cuentas, todos hacemos lo mejor que podemos.Esto no significa necesariamente comprensión, pero sí una transformación de la mirada, donde la ternura reemplaza a la dureza. Entender que nuestros padres también hicieron lo mejor que pudieron, a pesar de sus limitaciones, nos permite acercarnos a ellos de una manera más empática y constructiva.